El Ser Humano Esconde un Gran Secreto en su Interior

El Ser Humano Esconde un Gran Secreto en su Interior

Muchos estudios demuestran el poder que tienen nuestros pensamientos sobre nuestro cuerpo, tanto para sanarlo como para enfermarlo. Existen numerosas historias de curaciones milagrosas y de fallecimientos inexplicables que la medicina no ha podido explicar. El efecto placebo y nocebo son evidencias de este poder, mostrando que podemos curarnos o enfermarnos a través de nuestra mente. Sin embargo, el problema radica en que no sabemos cómo controlarlo.

En el libro “La mente como medicina”, la doctora Elisa Ranking narra varios casos de curaciones prodigiosas que demuestran que el efecto placebo es una realidad que va más allá de nuestra comprensión. Según ella, la medicina actual está lejos de la verdadera curación. Uno de los casos que menciona es el estudio realizado en 1957 sobre el doctor Philip West y su paciente Mr. Raid, a quien se le diagnosticó un cáncer incurable. Mr. Raid tenía tanta fe en un nuevo medicamento que sugirió a su médico que se lo administrara, y sus tumores desaparecieron. Sin embargo, cuando leyó que aquel medicamento no curaba, su cáncer volvió. Su médico le dijo que la medicina había salido defectuosa, pero le inyectó agua destilada y nuevamente sus tumores desaparecieron. Después de leer que el medicamento no tenía ningún valor, Mr. Raid falleció. Este caso y otros descritos por Ranking demuestran que las curaciones pueden ocurrir a través del placebo.

Por otro lado, el biólogo celular Bruce Lipton concluye, tras sus investigaciones, que los genes y el ADN pueden ser modificados por las creencias de una persona, y que los pensamientos crean la realidad en la que vivimos. Además, afirma que científicamente se ha comprobado que entre 1 y 2 de cada 3 personas se curan a través del efecto placebo, lo que demuestra que el éxito del tratamiento depende de la mente del paciente y sus creencias.

Existen numerosos experimentos que demuestran la eficacia del placebo. En uno de ellos, se administraron píldoras falsas a enfermos convenciéndolos de su gran poder, y se obtuvieron resultados positivos sin contraindicaciones. Además, se ha demostrado que el trato humano y el interés del médico hacia el paciente pueden potenciar la efectividad del placebo.

David Hamilton, químico orgánico y escritor, destaca que cuando trabajaba en una compañía farmacéutica, se dieron cuenta de que el porcentaje de curaciones del grupo placebo era igual al del grupo al que se le administraban medicamentos. Esto demostró que la creencia en la curación es capaz de generar los químicos necesarios para sanar.

En resumen, el placebo y el nocebo demuestran el poder que nuestra mente tiene sobre nuestro cuerpo. Podemos curarnos o enfermarnos a través de nuestros pensamientos y creencias. El trato humano y el interés del médico son importantes para potenciar la efectividad del placebo. Es momento de tomar conciencia de que tenemos el control de nuestra propia salud y que no necesitamos depender exclusivamente de medicamentos.

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